La formación integral para la vida del profesional
La formación integral de un profesional es de vital importancia, ya que esta conduce a varios aspectos como el conocimiento, actitudes, habilidades y valores en el plano intelectual, social, cultural y profesional, como resultado de diferentes influencias del medio donde se desenvuelve la persona. Es necesario que un profesional esté dotado de diversos conocimientos que no sólo incluyan el área de su trabajo, sino una diversidad de campos que le permitan adquirir una percepción distinta del mundo actual; es decir por medio de un vasto conocimiento, el profesional va a tener una visión amplia, un panorama actual de diversas situaciones que atañen a la humanidad.
Un profesional posee dentro de su formación varios aspectos como actitudes, habilidades y valores, pero cada uno de estos va a actuar de manera distinta dependiendo del ámbito en el que se desenvuelva. Por ejemplo, en el campo social, es necesario que una persona tenga actitudes para la comunicación tanto escrita como oral, pues estas son claves para la buena comunicación y el éxito de un profesional. No obstante, de nada sirven las habilidades sino se conoce la mejor manera de ponerlas en práctica, porque la técnica no es lo esencial, sino la manera en que se pueda desarrollar. Si una persona carece de valores y no tiene esta formación, será un profesional sin conciencia moral, ética y ambiental. Por otro lado, valores como el trabajo en equipo, el respeto hacia los demás son importantes porque van a definir la interacción con las personas que el profesional pueda tener.
El ser humano es cambiante por naturaleza y está capacitado para aprender lo que se propone; sin embargo, muchas veces es necesario buscar ese conocimiento que enriquece y aprender un poco más desde una amplia perspectiva que permita al profesional desenvolverse con éxito en un mundo exigente de personal de calidad.
Asdrubal Mayorga L.